Categoría: Sexo

Recientemente, los diarios y noticieros nacionales se han vuelto a hacer eco de la polémica sobre el catalán en los medios audiovisuales. Es algo recurrente en los últimos tiempos, especialmente desde que ERC forma parte del pacto que mantiene al PSOE como partido en el gobierno de la nación. Cuando se trata de negociar, ambas formaciones siempre chocan en diversos temas, y uno de los más delicados es precisamente el uso del catalán. Los republicanos pusieron una condición ineludible para aprobar ciertas reformas: el doblaje de al menos un cuarto del contenido audiovisual de las plataformas. Una ley que el Gobierno debería imponer a empresas como Netflix, HBO o Disney+, que seguramente no verían con buenos ojos esta imposición. En Cataluña, sin embargo, entienden que es necesario crear ese contenido en su propia lengua para disfrutar, a su manera, de las series y películas más esperadas. Es algo que llevan décadas buscando, incluso en el mundo del porno.

Porque a pesar de la imagen que normalmente tenemos sobre el cine para adultos, sin guión y con unos diálogos más bien pobres, este tipo de películas también se doblan. Si han sido grabadas en Estados Unidos o Europa, en inglés o en italiano original, deben pasar por un estudio de doblaje para traerlas al castellano… o al catalán. Eso supone un dinero extra, por supuesto, así que hay que maximizar costes. Por eso, el doblaje en catalán siempre había estado supeditado al doblaje en castellano. En los últimos años, sin embargo, la industria del porno en Cataluña ha crecido tanto que se ha permitido la opción de doblar las películas. El primer paso para conseguir que el cine porno también se vea en catalán, y que cualquiera hablante de este idioma pueda utilizar incluso esas expresiones en su vida diaria. El porno supone una de las fuentes de información sexual más relevantes para adolescentes y  jóvenes. Si solo podemos disfrutar de él en castellano, por más que hablemos catalán todo el tiempo, sentiremos que algo está chirriando. Es por eso que la web Porno Catalá se ha esforzado en lanzar vídeos y escenas grabadas en el idioma de la región, para dotar al porno catalán de auténtica esencia.

El erotismo en España ha tenido tantas idas y venidas que a día de hoy, uno no sabe si en este país es bien o mal recibido. Justo con la muerte del dictador Francisco Franco, las películas que marcaron aquella época de la Transición fueron conocidas como Cine S o de Destape, por los desnudos que incluían. Estas escenas eran impensables en vida del dictador, puesto que habrían sido muy probablemente censuradas. El fin de la dictadura trajo consigo nuevos aires de libertad que se reflejaron a finales de los 70 y ya en los años 80 en las películas, sobre todo de comedia. Los desnudos y el erotismo eran algo habitual en la cartela, en películas de Mariano Ozores, Bigas Luna o incluso las primeras de Pedro Almodóvar. Sin embargo, los tiempos están cambiando, y ese tipo de cine cada vez parece más antiguo. En cambio, el porno siempre se mantiene fresco y joven.

La industria del porno en España comenzó a coger vuelo en los años 80, y estaba muy ligada a ese cine S y underground. Directores como Jess Franco no tuvieron problema en estar a ambos lados de la línea, tanto en el cine X como en el cine más comercial. El sector despuntó también en los años 90, pero de una firma algo menos intensa que otros países como Francia o Reino Unido, donde nos llevaban décadas de ventaja. Para poder crear una industria más fuerte y duradera, una serie de productores y empresarios de la noche decidieron organizar el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona, conocido como FICEB por sus siglas. Se trataba de un evento que no solo reunía a productoras de cine para adultos, sino también a mucha gente involucrada en el mundo del sexo. Venta de juguetes eróticos, actuaciones de sexo en vivo e incluso una zona especializada para los fetichistas y sadomasoquistas, el Club Bizarre. Durante más de dos décadas, FICEB se convirtió en uno de los salones eróticos y sexuales más importantes de Europa. Sin embargo, en 2019 se celebró su última edición, ya sin el brillo de las anteriores.

Barcelona tiene el honor de ser una de las ciudades más espectaculares de Europa y seguramente del mundo. La Ciudad Condal siempre se ha sentido más cercana al espíritu de Londres, París o Berlín que al de Madrid. Y no es por cuestiones políticas ni ideológicas, sino por simple historia y cultura, casi por tradición. El Puerto de Barcelona ha sido siempre un enlace inmejorable con el resto del mundo a través del Mediterráneo. La ubicación de la ciudad tan cerca de la frontera ha permitido que la influencia europea llegue de una manera más directa. Y esto ha generado un clima de apertura en todos los sentidos que muchas veces se envidia desde Madrid. Es como si Barcelona fuera un par de pasos por delante, incluso en la oferta de ocio nocturno, donde encontramos alternativas para todos los gustos y bolsillos. Desde salas y discotecas a pubs y bares, pasando por experiencias más… intensas.

Son millones los turistas que visitan Barcelona cada año, no solo desde el extranjero, sino desde cualquier punto de España. La ciudad acoge eventos importantísimos, reuniones de trabajo y congresos a nivel internacional. Tiene una de las ofertas hoteleras más grandes del país, y una historia monumental que maravilla a cualquiera que se acerca a sus calles. Por eso es normal que Barcelona encandile a los turistas, hasta el punto de repetir varias veces para conocer a fondo la ciudad y todos sus secretos. Si llegan por eventos de trabajo, los hombres de negocio tienden a buscar también un poco de buena compañía en estos viajes. Están solos y lejos de sus casas, así que es normal que quieran tener a alguien con quien pasar un buen rato. Este tipo de turista suele ser elegante, de mediana edad y con gran poder adquisitivo, así que a la hora de buscar compañía siempre acude a los servicios de lujo. De hecho, las escorts VIP se están multiplicando en los últimos años en Barcelona, para dar respuesta a esa ingente demanda que se produce.