El erotismo en España ha tenido tantas idas y venidas que a día de hoy, uno no sabe si en este país es bien o mal recibido. Justo con la muerte del dictador Francisco Franco, las películas que marcaron aquella época de la Transición fueron conocidas como Cine S o de Destape, por los desnudos que incluían. Estas escenas eran impensables en vida del dictador, puesto que habrían sido muy probablemente censuradas. El fin de la dictadura trajo consigo nuevos aires de libertad que se reflejaron a finales de los 70 y ya en los años 80 en las películas, sobre todo de comedia. Los desnudos y el erotismo eran algo habitual en la cartela, en películas de Mariano Ozores, Bigas Luna o incluso las primeras de Pedro Almodóvar. Sin embargo, los tiempos están cambiando, y ese tipo de cine cada vez parece más antiguo. En cambio, el porno siempre se mantiene fresco y joven.
La industria del porno en España comenzó a coger vuelo en los años 80, y estaba muy ligada a ese cine S y underground. Directores como Jess Franco no tuvieron problema en estar a ambos lados de la línea, tanto en el cine X como en el cine más comercial. El sector despuntó también en los años 90, pero de una firma algo menos intensa que otros países como Francia o Reino Unido, donde nos llevaban décadas de ventaja. Para poder crear una industria más fuerte y duradera, una serie de productores y empresarios de la noche decidieron organizar el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona, conocido como FICEB por sus siglas. Se trataba de un evento que no solo reunía a productoras de cine para adultos, sino también a mucha gente involucrada en el mundo del sexo. Venta de juguetes eróticos, actuaciones de sexo en vivo e incluso una zona especializada para los fetichistas y sadomasoquistas, el Club Bizarre. Durante más de dos décadas, FICEB se convirtió en uno de los salones eróticos y sexuales más importantes de Europa. Sin embargo, en 2019 se celebró su última edición, ya sin el brillo de las anteriores.
El nacimiento del festival internacional de Cine Erótico
Corría el año 1993. El porno en España se producía de una manera casi amateur salvo por algunas productoras, principalmente madrileñas y catalanas, que trataban de competir con el resto de Europa. Para crear una industria fuerte y realmente unida, que tuviera la capacidad de hacer presión en un mundo tan competitivo, algunas productoras decidieron unirse para formar el FICEB. Se trataba de generar ruido en el público en general, para dar a conocer la industria del sexo sin prejuicios, mostrándola como algo natural. Por supuesto, también se trataba de premiar a los actores y actrices más importantes del año. Por fortuna para FICEB, muchos de los grandes actores españoles y europeos apoyaron el festival desde su primera edición, dándole mucha más relevancia.
Los mejores actores y actrices de la industria
A mediados de los años 90 el mundo del porno estaba inmerso en la grabación de nuevas películas para conseguir llegar a los videoclubs. En la sección para adultos podíamos encontrar numerosos estrenos de películas X, desde superproducciones como las de Private o Playboy hasta películas patrias, mucho más humildes. Sin embargo, en España se estaban empezando a hacer muy bien las cosas por parte de algunos productores, y gracias a la popularidad de actores como Silvia Saint o Nacho Vidal, el mundo del porno estaba empezando a traspasar las fronteras del propio género. Estos dos actores fueron imprescindibles para que el FICEB lograra tener una gran repercusión ya en sus primeras ediciones, atrayendo a actrices y actores de todo el mundo.
El festival premiaba a las mejores producciones tanto patrias como extranjeras, y servía para potenciar la imagen de la propia industria nacional. Barcelona, ubicada al norte del país, era el lugar perfecto para este tipo de eventos. Una ciudad abierta y europea, con conexiones con el resto del continente a través de tierra, mar y aire. De esta manera son solo se atraía al público local, que estaba ansioso por presenciar los espectáculos en vivo cada año. También venían muchos turistas, aprovechando el evento, para pasar unos días en Barcelona. A lo largo de varios años, el FICEB se encargó igualmente de entregar los premios Ninfa, en categorías de mejor actriz y mejor película. Eran una especie de Oscars del porno español, con su ceremonia y todo.
Dinamización del sector en España
La idea de crear el FICEB tenía que ver con potenciar la industria del porno español, que no vivía precisamente su mejor época en aquellos momentos. Los cines X desaparecían y la competencia internacional era enorme en el videoclub, el sitio donde la mayoría de películas se estrenaban. Todavía quedaba casi una década para que Internet llegase a las casas de los usuarios y tuvieran esa ventana de acceso a todo el porno que quisieran. El sector se podía resumir en unas cuantas productoras que hasta ese momento parecían estar haciendo la guerra por su cuenta. Sin embargo, FICEB sirvió como acicate para mostrar el potencial que el porno español podía tener, y fue el trampolín de lanzamiento de productoras, directores, actores y actrices.
Las primeras ediciones, el FICEB clásico, se llevaron a cabo en un gran complejo ubicado en la Farga, en Hospitalet de Llobregat. El festival era un éxito de público año tras año, pero los políticos no parecían estar demasiado convencidos de su conveniencia. En 2008, y por culpa de unos recortes de subvenciones, FICEB tuvo que tomar la inédita decisión de mudarse durante un año a Madrid. Tras esto, el festival se retomó en 2010 en Cornellá, muy cerca de su ubicación original. El complejo en este nuevo emplazamiento era más pequeño, y las quejas seguían llegando. La crisis arreciaba y FICEB no pasó por sus mejores años. Cuando parecía que estaba recuperándose el brío de las primeras ediciones, en 2019 el festival cerró con fecha incierta de regreso, estando en al aire los últimos años por culpa de la pandemia.
¿Volverá el FICEB?
Después de un par de años de ausencia obligada por culpa del COVID, parece que 2022 sí que nos traerá de nuevo cierta normalidad en este tipo de eventos. Festivales, conciertos, eventos deportivos… ¿Y el FICEB? Desde luego, el festival todavía tiene mucho que decir, y el porno español vive, sin duda, uno de los mejores momentos de su historia. Sin embargo, el ambiente alrededor de esta industria es cada vez más controvertido, y las autoridades seguramente no den muchas facilidades para que el festival vuelva a llevarse a cabo, al menos en lugares públicos. Esto, unido a la incertidumbre que todavía tenemos con respecto a la pandemia, puede retrasar un poco más el regreso del FICEB. Tal vez tengamos que esperar uno o dos años más, pero estamos seguros de que Barcelona volverá a tener su festival de cine erótico. Tal vez con otro nombre, o tal vez en otro emplazamiento, pero recuperando el espíritu transgresor de los primeros FICEB.